Soplando y quitando el polvo al libro abrió sus últimas paginas, afilo y la pluma y escribió: [...]
Tras mucho tiempo sin tener contacto, el chico hizo un esfuerzo por contactar con ella, y... tristemente esta historia no tiene un final feliz, pues ella le esquivo cuanto pudo donde antes había besos robados ahora permanecían palabras escondidas. El chico defraudado se marcho, y supo que las últimas palabras que escucharía de sus labios serian :-"ayy déjame, no me hables" ... No te preocupes, prometo hacerlo.
Volviendo la vista atrás el chico supo que hay heridas que no se curan, que las heridas del corazón solo las cura el tiempo. También aprendió que hasta la sonrisa mas bonita puede hacerte daño, también cabe resaltar que por otra parte, las pequeñas dudas traen grandes desilusiones... Pero sin embargo, lo que este chico aprendió es que no existen los finales felices... Desde muy pequeños estamos acostumbrados a ver películas de disney o a leer cuentos donde el príncipe esquivando muchos obstáculos rescata a la princesa y viven felices para siempre, lo que nunca te cuentan es que significa un para siempre. Existen para siempre que solo duran segundos... y amores que duran un instante.
[...] Apagando el flexo, bebió el ultimo trago de agua, no paraba de sudar, el termómetro marcaba 26 grados... el verano había llegado a la ciudad.
En la última pagina de este libro dejo un gran hueco para firmar: Don Anónimo
Cerro el libro y lo guardo en el cajón de recuerdos, junto a centenas de álbumes de fotos... y junto a otro gran libro... Misma portada... Mismo argumento...
La historia se había vuelto a repetir.
-Todos buscamos a alguien cuyos demonios se entiendan con los nuestros.
